15/12/11

Perfil de Benjamin Martin (Mel Gibson) en la película "El Patriota"

Comenzamos este estudio sobre el perfil psicológico del protagonista de la película "El Patriota", en los términos de la Psicología General (y Evolutiva), con el trailer del film para ponernos en sintonía:






Algunos datos de la película necesarios para el estudio:

Año: 2000
Género: Dramatización histórica
Protagonista: Mel Gibson en el papel de Benjamin Martin
Lugar de rodaje: casi enteramente en Carolina del Sur


Argumento y perfil filosófico:

Es la historia de un oficial estadounidense del "Ejército Continental"  (milicia colonial) que es arrastrado por sus circunstancias vitales a participar en la Guerra por la Independencia de los EEUU contra el Reino Unido (1775-1783). El personaje de Benjamin Martin está compuesto sobre la base del héroe Francis Marion y otros insignes luchadores de la "Revolución Norteamericana", y actualizado (releído) en clave posmoderna de acuerdo a la complejidad psicológica del personaje, con una buena dosis de "desmistificación" existencial (Benjamin Martin no es completamente "bueno" en todo su ser y en todas su acciones, hasta la más mínima, sin "debilidades" - no como Errol Flynn en "Robin Hood", con apenas una dosis de "picardía") de la imagen romántica del héroe; pero no esencial ya que, esencialmente, sigue estando dentro del canon romántico de héroe que debe ser admirado por sus acciones extraordinarias.   


1. EL SENTIDO DE LA VIDA

"Cruzando el umbral de la esperanza" - Juan Pablo II

PREGUNTA

Dios, o sea, el Dios bíblico, existe. Pero entonces acaso sea comprensible la protesta de muchos, tanto de ayer como de hoy: ¿Por qué no se manifiesta más claramente? ¿Por qué no da pruebas tangibles y accesibles a todos de Su existencia? ¿Por qué Su misteriosa estrategia parece la de jugar a esconderse de Sus criaturas?
Existen razones para creer, de acuerdo; pero -como muestra la experiencia de la historia- hay también razones para dudar, e incluso para negar. ¿No sería más sencillo que Su existencia fuera evidente?


RESPUESTA

Pienso que las preguntas que usted plantea -y que, por otra parte, son las de tantos otros- no se refieren ni a santo Tomás ni a san Agustín, ni a toda la gran tradición judeocristiana. Me parece que apuntan más bien hacia otro terreno, el puramente racionalista, que es propio de la filosofía moderna, cuya historia se inicia con , quien, por así decirlo, desgajó el pensar del existir y lo identificó con la razón misma: Cogito, ergo sum («Pienso, luego existo»).

¡Qué distinta es la postura de santo Tomás, para quien no es el pensamiento el que decide la existencia, sino que es la existencia, el esse, lo que decide el pensar! Pienso del modo que pienso porque soy el que soy-es decir, una criatura- y porque Él es El que es, es decir, el absoluto Misterio increado. Si Él no fuese Misterio, no habría necesidad de la Revelación o, mejor, hablando de modo más riguroso, de la autorrevelación de Dios.

Si el hombre, con su intelecto creado y con las limitaciones de la propia subjetividad, pudiese superar la distancia que separa la creación del Creador, el ser contingente y no necesario del Ser necesario «el que no es» -según la conocida expresión dirigida por Cristo a santa Catalina de Siena- de «Aquel que es» (cfr. Raimundo de Capua, Legenda maior, I,10,92), sólo entonces sus preguntas estarían fundadas.

Los pensamientos que le inquietan, y que aparecen en sus libros, están expresados por una serie de preguntas que no son solamente suyas; usted quiere erigirse en portavoz de los hombres de nuestra época, poniéndose a su lado en los caminos -a veces difíciles e intrincados, a veces aparentemente sin salida- de la búsqueda de Dios. Su inquietud se expresa en la pregunta: ¿Por qué no hay pruebas más seguras de la existencia de Dios? ¿Por qué Él parece esconderse, como si jugara con Su criatura? ¿No deberá ser todo mucho más sencillo? ¿Su existencia no debería ser algo evidente? Son preguntas que pertenecen al repertorio del agnosticismo contemporáneo. El agnosticismo no es ateísmo, no es un ateísmo programático, como lo eran el ateísmo marxista y, en otro contexto, el ateísmo de la época del iluminismo.

Con todo, sus preguntas contienen formulaciones en las que resuenan el Antiguo y el Nuevo Testamento. Cuando usted habla del Dios que se esconde, usa casi el mismo lenguaje de Moisés, que deseaba ver a Dios cara a cara, pero no pudo ver más que «sus espaldas» (cfr. Éxodo 33,23). ¿No está aquí indicado el conocimiento a través de la Creación?

Cuando después habla de «juego», me hace recordar las palabras del Libro de los Proverbios, que presenta la Sabiduría ocupada en «recrearse con los hijos de los hombres por el orbe de la tierra» (cfr. Proverbios 8,31). ¿No significa esto que la Sabiduría de Dios se da a las criaturas pero, al mismo tiempo, no desvela del todo Su misterio?

La autorrevelación de Dios se actualiza en concreto en Su «humanizarse». De nuevo la gran tentación es la de hacer, según palabras de Ludwig Feuerbach, la clásica reducción de lo que es divino a lo que es humano. Las palabras son de Feuerbach, de quien toma orientación el ateísmo marxista, pero -ut minus sapiens («voy a decir una locura», cfr. 2 Corintios 11,23)- la provocación proviene de Dios mismo, puesto que Él realmente se ha hecho hombre en Su Hijo y ha nacido de la Virgen. Precisamente en este Nacimiento, y luego a través de la Pasión, la Cruz y la Resurrección, la autorrevelación de Dios en la historia del hombre alcanza su cenit: la revelación del Dios invisible en la visible humanidad de Cristo.

Aun el día antes de la Pasión, los apóstoles preguntaban a Cristo: «Muéstranos al Padre» (Juan 14,8). Su respuesta sigue siendo una respuesta clave: «¿Cómo podéis decir: Muéstranos al Padre? ¿No creéis que yo estoy en el Padre y el Padre en mí? [...] Si no, creed por las obras mismas. Yo y el Padre somos una sola cosa» (cfr. Juan 14,9-11 y 10,30).

Las palabras de Cristo van muy lejos. Tenemos casi que habérnoslas con aquella experiencia directa a la que aspira el hombre contemporáneo. Pero esta inmediatez no es el conocimiento de Dios «cara a cara» (1 Corintios 13,12), no es el conocimiento de Dios como Dios.

Intentemos ser imparciales en nuestro razonamiento: ¿Podía Dios ir más allá en Su condescendencia, en Su acercamiento al hombre, conforme a sus posibilidades cognoscitivas? Verdaderamente, parece que haya ido todo lo lejos que era posible. Más allá no podía ir. En cierto sentido, ¡Dios ha ido demasiado lejos! ¿Cristo no fue acaso «escándalo para los judíos, y necedad para los paganos»? (1 Corintios 1,23). Precisamente porque llamaba a Dios Padre suyo, porque lo manifestaba tan abiertamente en Sí mismo, no podía dejar de causar la impresión de que era demasiado... El hombre ya no estaba en condiciones de soportar tal cercanía, y comenzaron las protestas.

Esta gran protesta tiene nombres concretos: primero se llama Sinagoga, y después Islam. Ninguno de los dos puede aceptar un Dios así de humano. «Esto no conviene a Dios -protestan-. Debe permanecer absolutamente trascendente, debe permanecer como pura Majestad. Por supuesto, Majestad llena de misericordia, pero no hasta el punto de pagar las culpas de la propia criatura, sus pecados.»

Desde una cierta óptica es justo decir que Dios se ha desvelado al hombre incluso demasiado en lo que tiene de más divino, en lo que es Su vida íntima; se ha desvelado en el propio Misterio. No ha considerado el hecho de que tal desvelamiento Lo habría en cierto modo oscurecido a los ojos del hombre, porque el hombre no es capaz de soportar el exceso de Misterio, no quiere ser así invadido y superado. Sí, el hombre sabe que Dios es Aquel en el que «vivimos, nos movemos y existimos» (Hechos de los Apóstoles 17,28); pero ¿por qué eso ha tenido que ser confirmado por Su Muerte y Resurrección? Sin embargo, san Pablo escribe: «Pero si Cristo no ha resucitado, entonces es vana nuestra predicación y es vana también nuestra fe» (1 Corintios 15,14).



En la película Benjamin Martin pierde a dos de sus hijos a manos de un canalla que se aprovecha de la guerra para dar rienda suelta a su perversión, y también ve como muchos de sus amigos mueren por la causa que él había abrazado.

Entre las preguntas planteadas a Juan Pablo II resuenan: ¿Por qué no se manifiesta más claramente? ¿Por qué no da pruebas tangibles y accesibles a todos de Su existencia? ¿Por qué Su misteriosa estrategia parece la de jugar a esconderse de Sus criaturas? Refiriéndose a Dios. Obviamente, que la película "El Patriota" no es un intento de contestar estas preguntas pero sí participa del sufrimiento humano que siempre se hace estas preguntas.
 
A través de este link se puede acceder al libro completo de Juan Pablo II:


"Psicoanálisis y existencialismo" de Viktor Frankl

La vida como misión

Resulta interesante destacar que "hay personas que, avanzando un paso más, viven la vida, por así decirlo, en una dimensión más. Para ellos la misión es, en cierto modo, algo transitivo. Viven simultáneamente una instancia de la que la misión procede, viven aquella instancia que les impone la misión. Viven la misión como un mandato. La vida trasluce la existencia de un mandante trascendente. Constituye éste, a nuestro modo de ver, uno de los rasgos esenciales del homo religious: un hombre en cuya conciencia y responsabilidad se da junto a la misión el que se la impone." 



En la foto, sostiene en brazos a su hijo asesinado por el "dragón" británico. La lucha de Benjamin Martin por su familia será la lucha por su nación emergente: su misión. 

En la película, se imponen circunstancias vitales por las cuales el personaje acepta su "misión", están presentes las características expuestas por Frankl en el personaje:

  • Vive la vida en una dimensión más
  • Vive aquella instancia que le impone la misión
  • Vive la misión como un mandato
  • La vida trasluce la existencia de un mandante trascendente   


2. ¿CÓMO PENSAMOS?

Tomaremos como guía un texto de Howard Gardner - Poder de síntesis: necesidad de los líderes - el líder sintetizador.

"Uno de los grandes sintetizadores de todos los tiempos fue Charles Darwin. Él obtuvo las incinuaciones iniciales de la teoría de la evolución al fin de su viaje de cinco años a bordo del Beagle. Había trabajado por cerca de un cuarto de siglo reuniendo información relevante acerca del caso que estaba construyendo: revisando sus cuadernos de notas de viaje, dibujando sus propios y meticulosos estudios de pichones y orquídeas, y manteniendo correspondencia con docenas de informantes de todo el mundo. El naturalista Alfred wallace hizo el mismo descubrimiento fundamental, pero honramos a Darwin por su poder de síntesis de datos sin par. A medida que nuestro conocimiento de la síntesis crezca, tendremos más líderes que, como Darwin, puedan despejarnos el frente de muchos árboles que puedan temporalmente bloquearnos la visión y permitirnos contemplar un bosque, simple y coherente."   

 
Podemos trazar una analogía con "Benjamin Martin", nuestro personaje, en cuanto a su manera de pensar, cómo piensa. Ya que puede realizar una síntesis estratégica para enfrentar a los "casacas rojas" de manera más eficaz.


En el video, puede apreciarse como a partir de 3,50" y ss. como Benjamin Martin comprende la gran equivocación del comandante estadounidense de enfrentarse a los ingleses en un "mano a mano", tenía en mente una novedosa y antigua estrategia para los conflictos armados: la guerrilla.  


3. CÓMO HABLAMOS Y ACTUAMOS?

"Mentes que lideran" de Howard Gardner


El autor estudia 21 líderes abarcando desde aquellos que empezaron como escolares (p.e. el físico Robert Oppenheimer), aquellos que lideraron organizaciones grandes (p.e. Juan XXIII), hasta aquellos que intentaron liderar más allá de las fronteras nacionales (p.e. Mahatma Gandhi).

Se destacan en este estudio la importancia de dones en el lenguaje oral y en entender las motivaciones de otras personas, la capacidad de desafiar a individuos en autoridad pero generando más respeto que cólera.

Quizá, lo más revelador para el autor sea que existe una gran diferencia cuando el líder se dirige a un grupo homogéneo con conocimientos y valores comunes que cuando lo hace a un grupo más heterogéneo:

1) cuando se dirige a un grupo homogéneo puede desarrollar una sofisticación, una complejidad en su narrativa
2) cuando se dirige a un grupo heterogéneo debe ser muy simple, puede desarrollar una narrativa de "gran relato" con buenos y malos (antinomias).

Pero el líder del tipo 2 cuando tiene una visión puede pasar a una etapa de sofisticación (p.e. Gandhi), son los que verdaderamente trascienden.

Tres preocupaciones de un líder contemporáneo:

1) Necesita conocer las características constantes del liderazgo: construir y comunicar convincentemente una historia clara y persuasiva; la capacidad de encarnar esa historia en la propia vida; la habilidad de construir una organización que lo soporte.

2) Necesita anticipar y tratar con nuevas tendencias.

3) Necesita apreciar las paradojas centrales en la práctica del liderazgo, las tensiones que deben armonizarse.


Porque la "historia" del líder omnipotente y omnisciente es una reliquia del pasado (o de las sectas mágicos religiosas del presente).

Volviendo a la película, el personaje Benjamin Martin sabe captar las motivaciones ajenas, sabe enfrentarse a individuos en autoridad, sabe construir un "relato simple y grande" al mismo tiempo, y se dan en él las tres preocupaciones de un líder contemporáneo ya que no nos olvidemos lo que dijimos al principio en el perfil filosófico, el personaje está compuesto en una relectura posmoderna del pasado.


  
Mauricio Shara

  







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